jueves, 2 de octubre de 2008


¡Oh Isis! Madre del Cosmos raiz del amor, tronco, capullo, hoja, flor y semilla de todo lo que existe.

A ti, fuerza naturalizante, te conjuramos.

Llamamos a la reina del espacio y de la noche.

Y besando sus ojos amorosos, bebiendo el rocío de sus labios, respirando el dulce aroma de su cuerpo, exclamamos: ¡Oh Nuit! Eterna seidad del cielo, que eres lo que fue y lo que será.

¡ Isis, a quien ningún mortal ha levantado el velo!

Cuando tu estés bajo las estrellas irradiantes del nocturno y profundo cielo del desierto,

con pureza de corazón y en la flama de la serpiente te llamamos.

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